La amistad es más difícil y más rara que el amor. Por eso, hay que salvarla como sea.
Alberto Moravia (1907-1990) Alberto Pincherle. Escritor italiano.
Si lo dice un estudio, pues algo o mucha razon tendra, leerlo , es como poco interesantes .
La principal herramienta para lograr nuestras metas es el
cerebro: lo que le ordenemos, él lo concretará. El problema es que sólo
el 3% de la población lo hace. Aquí no hay magia ni esoterismo, son
hechos concretos demostrados por una reveladora investigación.
Nuestro cerebro actúa como un mecanismo de activación de metas; es
decir, le decimos lo que queremos y él desarrolla un sistema para
lograrlo. El problema, según Brian Tracy, experto en el cumplimiento de
objetivos, es que sólo el 3% de la población se propone metas, por lo
cual no es extraño que tanta gente tenga la sensación de que su vida
carece de rumbo.
De acuerdo con el libro Mejor que el chocolate, puedes proponerte dos
tipos de objetivos: internos (relaciones sanas, bienestar, crecimiento
personal) y externos (dinero, poder, fama).
Todos valen la pena, pero según las investigaciones de Kasser y Ryan,
profesores de sicología, cuanto más se desarrolle interiormente una
persona, más feliz podrá ser. Tras entrevistar a cientos de individuos y
analizar sus prioridades en la vida, ambos investigadores llegaron a la
siguiente conclusión: “La persecución de metas como el dinero o la fama
conduce a una menor calidad de vida que el seguimiento de objetivos más
altruistas, como mejorar las relaciones interpersonales o la aceptación
de uno mismo”.
Por ello, desde ahora planea tu propósitos para que cuando llegue la
medianoche del 31 de diciembre, tengas bien presente qué quieres y vayas
por él el siguiente año, pero que sean objetivos que te hagan realmente
feliz y te ayuden a ser mejor persona. Examina tus metas y pregúntate
si te servirán para un desarrollo genuino como persona o simplemente
modificarán tus circunstancias externas.
Fuente: Mujeres
Abrazos mejor que saludos.